miércoles, 7 de enero de 2009

Pirámides

Desde el principio de los tiempos las pirámides son grandes símbolos. Entre otras cosas de poder y misterio, además de puntos extra de civilización.

Hoy en día la cosa sigue un poco igual, muchos de estos significados siguen siendo válidos y las pirámides están más presentes entre nosotros que nunca.

Asusta comprobar como muchos de nosotros no somos conscientes de tantas pirámides invisibles o como nos escandalizamos cuando algunas se nos aparecen. Quizás no queramos verlas, quizás sean como el hotel Yu-Kyung. Cuentan que los habitantes de Pyongyang tienen prohibido hablar de la mole de hormigon en forma de pirámide. No existe. Tal fracaso no tiene lugar en el cerebro de algunos, ya sea por miedo o por fe.

http://www.typarker.net/DPRK/DPRKMain.htmlYo me reía con esta anécdota cuando Joaquín me la contó. Ahora, pensando un poco, no me hace tanta gracia. Nosotros estamos rodeados de pirámides que no queremos ver, mucho más peligrosas y mas ocultas. La siguiente frase de Krugman que he leído hace unos días vía Microsiervos es la que me ha hecho ver pirámides por todos lados:
Tal vez no sea yo el único en hacerse la pregunta obvia: ¿Cuán diferente es, en realidad, la historia de Madoff de la historia de la industria de inversiones vista en su conjunto?
En realidad es muy poco diferente, es igual. Quizás en la empresa de la esquina (y ni siquiera en esa) se puede invertir con conocimiento de causa, con idea de economía real. En el resto invertimos porque unos tipos con estudios nos aseguran que la calificación de riesgo es más o menos buena. O porque otros tipos inteligentes mediante un análisis estadístico predicen techos o suelos en las inversiones, que me suenan más a predicción auto cumplida y el chiste del martillo que a realidad.

El mensaje que nos lanzan es invertid aquí porque esto tiene poco riesgo y es un valor seguro o invertid allá porque esto tiene mucho y es por tanto más rentable. Incluso un banco se sostiene porque el dinero que promete tener guardado en realidad está prestado, si todos reclamásemos a la vez nuestro dinero hundiríamos la banca en una mañana y se declararía un corralito en horas. La pirámide de Madoff cae por lo mismo. Uno espera que pagar a los siguientes inversores con el dinero obtenido de nuevos inversores, y la puntilla a todos estos días pensando en pirámides ha sido este chiste sobre Madoff y los sistemas de seguridad social.

¿Será una pirámide como la de Pyongyang, de esas que no queremos ver? Espero que no, aunque todos los augures apuntan a que no viviremos una jubilación como la que disfrutan nuestros padres o abuelos.

Quién sabe, en caso es que esta viñeta de 1875 bien podría ser actual. Parece que estamos condenados a olvidarnos por completo de la economía real, que hace que todo prospere.

Al cabo del tiempo, el resto de economía no real nos ciega y se hace burbuja. Oculta y empaña el trabajo y el verdadero esfuerzo de los que al final pagamos el pato. Lo que deberían ser herramientas al servicio de todos se convierten o las convertimos en trampas. Como siempre la avaricia rompe el saco.

Para no terminar tan pesimista, o quizás más pesimista aún, os dejo este enlace a otra clase magistral de Leopoldo:



_faraon_

2 comentarios:

Rafa dijo...

Totalmente de acuerdo.

Por cierto, aquí tienes a otro fan del Civilization desde la época de mi 386 hasta ahora...

Anónimo dijo...

Ups, el de antes era yo