domingo, 30 de julio de 2006

Otro mundo

Ya está ya he vuelto a Menorca. Luis me ha hecho un hueco en su casa (y la de una chica escocesa con la que comparte piso) y ya estoy dispuesto a pasarme una semana estupenda.

Los ronquidos polifónicos de mis compañeros de viaje en el ferry los amortigüe con el iPod, afortunadamente la bateria duró casi toda la noche. Un milagro.

Llegamos con 2 horas de retraso.

A ver como se da la semana, empieza un poco torcida.

_esperanzado_

sábado, 29 de julio de 2006

Ciencia y ciudad

Tantos malos recuerdos tenía de Valencia. Un catarro, una noche sin quererla alli, calles sucias, aventurarse a andar por ellas para conocer algo y casi perderse a la vuelta al puerto. Fue hace años, de camino al viaje de estudios a Mallorca. Quizás de lo que no me guste acordarme sea de ese viaje. En fin. Eso es otra historia y no se habían inventado los blogs. Si los diarios, pero esos aún permanecerán en secreto.

Quizás por eso mismo la Valencia que descubrí hoy me la ha devuelto, como diciendo, chupate esta. Mirame. Expledida. Reluciente. Amplia. Iluminada. Hermosa. Moderna.

Ayer paseando por sus calles, disfrutando de un helado, eche de menos cierta compañia que siempre me ha sabido descubir la belleza de las cosas. Que sabía hacerme mirar con otros ojos, que me invitaba a entrar a las iglesias, a detener el coche a ver atardecer. Intente pasear con su mirada. Y disfruté.

Y hoy, el museo de ciencia. Tengo tan buen recuerdo del museo de la ciencia de Amsterdam, que luego cualquier otro me parece poco (pendiente de comparar con el de Chicago, la próxima vez no se escapa). Pero este está a la altura y pidiendo paso. Es de esos museos en los que puedes experimentar tu mismo todo tipo de efectos físicos. Hubiese alucinado de crio con todas estas cosas. No tuve tiempo de recorrer y leer todo, una lastima.

Salí a la parte de atrás con una botellita de agua, un sangüis que compre el día anterior y una manzana y me sente en la hierba. Debajo de un sauce y previa solicitud del permiso de una chica que parecia dormir la siesta allí. Me dió algo de envidia. La verdad.

Antes de media hora estaba ya dentro de la parte del acuario. Ideal para ver cuando ya aprieta el calor. En la mayoria de las salas esta muy fresco y no dijo ya la salas de los polos. Sin duda tengo sentimientos enfrentados acerca de estos sitios. Por un lado, los animales así encerrados me dan mucha lastima. Por otro, es un espectaculo inolvidable el caminar por los túneles. Todo el techo es de cristal, puedes ver a los peces nadar en bancos, o solitarios, o a las rayas posadas sobre el cristal como si fuese el fondo del mar. Un espectáculo. Tantos peces de tantos colores, uno se podría quedar tonto mirando el cristal, pensando en nada. Relajandose.

En fin. La visitas se terminaba y era hora de subir al ferry. Menorca esperaba. A ver si es posible poder dormir un poco.

_elcientificoloco_

domingo, 2 de julio de 2006

Desde Palma con amor

Este fin de semana bajo el cuidado de Emilio, Mari y Ester. Que mayor estoy, sólo aguanté hasta las 4AM ayer.

Ahora playita y siesta y mañana más Alicante, espero que en horario de verano.

Sigo metiendo cosas de Argentina por debajo. No os lo perdáis.

_enpalma_