domingo, 28 de diciembre de 2008

La vuelta al año en 15 fotos de móvil

No suelo descargarlas en el momento que las hago, sino mucho después. Algunas no me acuerdo ni porqué las hice, otras sí. Algunas de las que si he podido recordar y han significado algo están ahora aquí.

En la primera hay muchas esperanzas y mucha desazón. Deseaba iluso de mí, que el año que empezaba fuese mucho mejor que el que terminaba. No podía estar mas engañado por mi mismo. Nada iba a ir mejor el año que viene, los días de vino y rosas se habían acabado, ya se habían acabado hace mucho pero no me quería dar cuenta.

En la segunda anochece desde casa , en ese momento seguramente sobrio y triste, no pude sobrecogerme con ese atardecer del día 31 del año pasado. Bien se podía haber acabado el mundo ese día. En la tele un DVD de Casablanca y muchas ganas de estar detrás de esa botella que Rick estaba apurando.

Esta chimenea, esa misma noche, representa que la navidad nunca iba a volver aser lo mismo para mi jamás. En el otro salón no se había cancelado la fiesta de fin de año, yo fui, no quería estar demasiado sólo al fin y al cabo. Pero esperaba tranquilamente a la 1 o las 2 de la mañana para salir sin hacer ruido.

Poco después otra cena muy triste en la que recordar de nuevo a los ausentes, en un paseo por la ciudad antes de cenar. Sólo. Empece a recordar un verano de hace ocho años cuando esa misma vista se quedo en uno de los negativos de la cámara que gastaba entonces. Entonces paseaba con prisa, con ansia por una llamada para vernos. Ahora, sin prisa, sin ansia, con ganas de que no pasase el tiempo. Es una ciudad hermosa, pero me es imposible verla ya sólo como una ciudad más. Las dos son una en mi cabeza. Ya nada iba a ser igual y no he vuelto a contemplar esa vista.

Mucho coche, este año he tenido mucho coche. Y me encanta conducir sin prisa, me encanta escuchar música, el silencio, el aire, el paisaje, mis pensamientos. Puedo llorar, gritar, reír y nadie se da cuenta ni me pregunta que me pasa o se anima a acompañarme. Estoy sólo en mi coche y me gusta.

Este llamador de la consulta siempre me ha 'llamado' la atención, quizás no es nada más que eso un llamador de un ascensor decimonónico y por eso parece de otro mundo. A lo mejor significa más cosas, pero siempre he querido hacerle una foto. No se ve nada bien, pero no hay quien haga una buena foto en ese ascensor y menos con un movil.

Otra de las constantes este año (y el anterior), las mudanzas. Me he movido tanto que no se cuantas cajas he hecho y cuantas cosas se me han quedado atrás. Del centro al sur, del sur al centro, del centro al norte. Y aquí sigo. En esta foto se ven las cajas de la casa de Madrid. Apiladas antes de meterlas en la furgoneta de alquiler, cuando creí que me iba por primera vez del piso. Luego me iría una segunda.

¿Qué año no es un año de cambios? De cambios para todos, incluidos los familiares mas cercanos. Cambios, sobre el papel para mejor para otros para peor. Los meses han dictado su veredicto, y parece que han sido para bien. Aún así, uno quisiera que el tiempo no pasase para nadie. Es tan triste ver envejecer a la gente que quieres, más triste que verte envejecer a ti mismo. Hay un momento en el tiempo en que parece que todo va a ser igual toda la vida, para cada persona supongo que es diferente, eso momento dulce en el que todo parece igual cada día de repente se va. Todos y todos parecen caer en una espiral sin final, o mejor dicho con final.

No ha sido un año en el que encontrase placer en divertirme, esta foto es de una farola en la noche madrileña. He oido alguna vez 'quien no es joven cuando es joven esta condenado a ser joven cuando es viejo'. No se si será verdad. El caso es que nunca he respondido al patrón de joven fiestero, ahora que ya no soy joven sigo teniendo pocas ganas de fiesta. Quizás nunca sea joven ni aún cuando sea viejo.
La foto fue saliendo de fiesta con los compañeros de mi trabajo del verano. Ellos si que saben divertirse. Nunca aprenderé. Ni quiero.

La siguiente foto representa el estreno del nuevo trayecto en tren para ir de Asturias a Madrid. El poder levantarse a tomar algo, leer comodamente, estirar las piernas en el asiento, y sobre todo llegar en menos de 5 horas es ya un lujo. No quiero ni pensar cuando se llegue en menos de 3. Al alsa y al huerna le pueden ir dando. Acabo de leer que vuelve a subir el peaje de una autopista que cuando nieva un poco se cierra siempre, no se para que pagamos aparte de para enriquecer al concesionario. El pajares extrañamente estaba abierto.

Este año muy alejado de los ordenadores comparado con otros, o todo lo que yo puedo estar alejado de un ordenador. En realidad no puedo alejarme mucho, es un vicio ya. Incluso le desmonté el teclado al portátil para cambiar la memoria, afortunadamente sigue vivo.

En la siguiente foto un hábito que antes era vicio, la lectura, ahora me vuelvo perezoso. Pero cuando me da por recuperarlo sin duda disfruto. Aquí leo tranquilamente en una playita de Menorca donde siempre he encontrado mucha paz y la casa de un amigo abierta. Es uno de mis sitios favoritos, hasta que apareció la siguiente foto que irremediablemente trajo nuevos sitios a los puestos de privilegio de la lista.

Muchas ilusiones puestas en esa foto. Acababa de salir de la oficina de venta del pase de tren bala en Japón. Aquí empezaba la aventura, ya no había marcha atrás. Subí la cuesta hasta San Bernardo que no me enteré. Menudos dos meses, una suerte poder hacer estas pequeñas locuras. Sin duda un privilegio. Ha sido un viaje de buenos momentos, grandes amigos, tiempo para pensar, para disfrutar, para comprobar cosas que ya sabía y para averiguar otras nuevas. También ha sido una puerta a nuevos viajes, no quiero que la cosa quede aquí. Estoy pensando en el siguiente. Europa del Este en tren, ¿cuándo se hará realidad?

La siguiente es justo a la vuelta, boda en Gijón de unos buenos amigos y una gran oportunidad para ver de nuevo a gente muy querida que hace mucho tiempo que no veía. Fue un gran día. Una mañana soleada de octubre, el día ideal. Si señor.

La última como no, más coche y más momentos tristes. Si lo raro es estar vivo, un puro accidente. Aquí un amanecer que capturé mientras conducía. Si, lo sé, una temeridad. Pero que más da.

Ahora el año ha acabado y es necesario empezar el siguiente con fuerza para que esté lleno de mejores instantáneas que estas (si es posible). ¿Quién sabe cuales serán?

Son muchas las cosas escritas este año (durante el viaje sobre todo) que me he guardado para mi. Casi todas poco publicables e interesantes. Pero tengo alguna idea que otra para el año que viene. A ver que sale.

A todos los que habéis pasado un ratito por el blog, muchas gracias. Espero que os haya gustado lo que se ha leído y visto. Además de como terapia, supongo que para eso lo hago. Para os guste. Deseo que el año que viene sigáis viniendo.

Feliz año a todos.

_misterscrooge_

Porqué no me gusta el facebook

Quien dice feisbuk dice tuenti, tuiter, linquedin o cualquiera otra de las redes sociales que se han montado en internet y en la que nos venden que supuestamente debemos estar para ser modernos. Dicen también que esto es un poco como cuando aparece el móvil, había quien no lo quería y ahora todos tenemos.

Yo, por deformación profesional, creo que tengo cuenta en todas estas cosas que salen. Por jugar, y por ver de que va la cosa. Por estar al día y hablar con propiedad de lo que va saliendo. He jugado y he visto de que va la cosa. Y sigo pensando lo mismo que he pensado de internet desde sus orígenes, cuanto menos sepan de mi mejor.

Es imposible no introducir tus datos si compras algo, en tu banco, o si usas estos medios para buscar trabajo. Pero parémonos aquí, ya me ha costado asumir eso pero parece que no tenemos más remedio. El resto es puro exhibicionismo. Y por eso no tiene nada que ver con el móvil o con el teléfono, éramos y somos muchos los que no queremos estar en las páginas blancas y por la misma razón no queremos estar en directorios públicos de nada. El equivalente móvil de estas redes es llevar en el bolsillo una tarjeta de visita y dársela a cualquiera con el que podamos cruzar un par de frases. No quiero que mi móvil lo tenga quien yo no quiero y no quiero que mis datos estén expuestos a la mirada de quien no me apetece.

Por eso, y aunque use estas páginas, lo primero y nada más entrar en cualquiera es ajustar toda la seguridad al máximo. Nada de que los amigos de mis amigos vean mi perfil, lo ven mis amigos y punto. Tampoco nada de aplicaciones satélite que hurguen en mis datos y puedan usarlos para venderme algo. Lo segundo es labor mía nada de colgar cosas que comprometan mi intimidad ni la de nadie, por eso en las fotos que subo no sale nadie y por eso no escribo un microblog cada vez que cambio mis gustos sexuales.

El exceso de información también es otra pega de estos sistemas. No hay tiempo material para absorberlo todo, prefiero a un contacto que una vez al mes pega algo y da señales de vida que alguien que todos y cada uno de los días informa de su actividad intestinal.

Pero lo realmente preocupante no es todo esto, es que no sabemos en manos de quién están todos nuestros datos. De que clase de individuos que, despistados, pueden dejar un disco con miles de perfiles en un café o, avariciosos, pueden venderlos al mejor postor. De que clase de corporaciones que mañana pueden ser compradas por terceros que adquieren privilegios sobre los contenidos y que luego pueden usarlos para lo que les de la gana.

Incluso aunque estos datos no se ‘pierdan’, existen agregadores de contenidos que son capaces de hacer una búsqueda en todas las redes sociales para generar un contenido único sobre una persona. Por supuesto en base a información publica y publicada, pero pueden generar un perfil en base a fotos de picassa, datos de facebook y artículos de un blog. Eso todo es posible si ponemos las cosas fáciles y publicamos datos que faciliten los cruces (típicamente esto se hace a través de las direcciones de correo). Hay rumores de que en los departamentos de recursos humanos de muchas empresas está poniéndose de moda usar estas u otras aplicaciones para recopilar datos de un posible candidato, quien sabe si las compañías de seguros lo usarán también. Pueden saber si has estado enfermo de gravedad por un artículo o si te gusta saltar en paracaídas por una foto.

Si, es un sitio donde hay que estar, donde si no estas no eres nadie. No es cuestión de no publicar cosas o de no darlas a conocer, eso no es malo. Reduce las distancias y los tiempos, y si no lo tuviésemos habría que inventarlo. Pero si alguien sabe que esto lo he escrito yo es porque se lo he dicho en persona, así de sencillo.

Ya muchos estamos viejos para entender estas cosas, el móvil e internet nos costó un poco. Esto algo más. Pero es un error pensar que si es nuevo es intrínsecamente bueno. No le pongamos las cosas fáciles al gran hermano, que lo es aún con minúsculas, pero lo es.

_anónimo_

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Sátrapa

Esta palabra me ha maravillado desde hace mucho tiempo y me parece justo dedicarle unas líneas e inaugurar unas reflexiones acerca de las palabras. Esta debería ser la primera. Empecemos por la definición de la RAE:

sátrapa.

(Del lat. satrăpa, este del gr. σατράπης, y este del avéstico ẖšathrapāvan, protector del dominio).

1. m. Gobernador de una provincia de la antigua Persia.

2. m. coloq. Hombre sagaz, que sabe gobernarse con astucia e inteligencia, o que gobierna despóticamente. U. t. c. adj.


En mi mente siempre ha sido el gobernador despótico, pero mira tu por donde que puede ser también astuto y benévolo. Es una palabra realmente antigua que ha pasado, por lo que parece, por el latín, griego y avéstico (antigua Persia).

Con todas sus aes se te llena la boca, tan sonora ella. No es frecuente oírla, ni poder meterla en alguna frase. Quizás vuestro desafío de hoy sea poder usarla en algun momento: "... pone usted multas por posesión de estupefacientes cual sátrapa avéstico ...", "... o dejas de tratarnos como un sátrapa o no volveremos a otra reunión de vecinos ...", ...

Imaginación. Usemos las palabras. Usemos más palabras. Se lo debemos a los persas.

_gransatrapa_

martes, 16 de diciembre de 2008

Tomo posesión

Yo, Rajdo, tomo posesión de este blog que durante tanto tiempo ha mantenido mi alter ego. También tomo posesión de Alma Peregrina, blog compañero de este.

Mi reinado espero será más fructífero que el de mi predecesor, la molicie empieza a consumirle. Quizás como Rajdo sea más fácil escribir. Es más propio que yo aquí hable de cosas que quizas él no se atreve a contar ni deberían ser dichas en voz alta.

He dicho.

_rajdo_

sábado, 13 de diciembre de 2008

El porqué de la lluvia

Otra tarde adocenada y somnolienta y desperdiciada. En los altavoces un tal Leonard Cohen habla de una tal Suzzane y una copa va y viene de mis labios y su líquido va desapareciendo y alimentando mi tristeza y mi autocompasión.

La desgana y la desidia de este mundo fácil, pero siempre amenazado por la enfermedad y la muerte, me conquista. La religión (no, no os asustéis, no voy a volverme creyente a estas alturas) es un resto evolutivo que últimamente nos hemos empeñado en extirpar. Pero no es tan sencillo hacerlo, siempre hay necesidad de algo a lo que agarrarse y para eso fue inventada. Echa uno de menos asideros tales. Las personas se van, la ciencia cambia, la verdad muda, sólo lo eterno es inmutable (por supuesto). Que gran invento lo perpetuo y que tristeza estar convencido de que es una ilusión.

Me gustaría decir 'llena de nuevo mi copa y vivamos este instante' pero siempre he sido demasiado pesimista incluso para eso. Que lo que ya no existe nunca ha existido, ni siquiera el recuerdo de los que no están perdurará. Es tan real hablar de un personaje de una novela como de la persona ausente por siempre. Es humo. Y humo serán los gintonics de esta noche, pretendidamente felices.

Estoy seguro de que la lluvia existe para hacerme pensar en todas estas cosas. No os asusteis, o mejor asustaos, son sólo pensamientos absurdos. Humo.

_hacefriofuera_

jueves, 11 de diciembre de 2008

Recomendaciones

Hace tiempo que no escribo. Mucho tiempo. Parece que sólo los viajes me motivan. Quizás este sea simplemente un blog de viajes.

Me falta la inteligencia, la duda y la disciplina para escribir algo parecido a 'Como el perro de Goya...' que alimenta mi amigo Diego. Por eso lo recomiendo.

Tampoco me gusta copiar cosas de otros, y por eso tengo un blog paralelo que no se si conoceis. Recorto cosas que me encuentro y me gustan por cualquier razón, fundamentalmente poesía o canciones. Lo llamo Alma Peregrina por un poema de Yeats que Marta me mostró y que inaugura la página.

Espero que os gusten. Me ha parecido la mejor manera de celebrar 100 entradas en este blog. Recomendar otros.

_elrecomendado_