Las 10 deprimentes. Segunda Parte y Fin.

Hay casi 4000 en la discoteca, al final parece que durante el 2008 escuché 1700 al menos una vez. Esto supone de escucharlas todas juntas unos 5 dias sin parar. No está mal.

Así pues continúa y finaliza la lista de las 10 canciones más deprimentes con otras 5 que seguramente están entre estas 1700.

Lou Reed - Perfect Day
Esta canción a pesar de ser del 72 llegó este año. Resulta un tanto contradictoria por su mensaje positivo, pero la música y la voz, a mi entender, agonica de Lou Reed hace que la escuche más con nostalgia de un día perfecto que ya pasó que de un dia perfecto que se repetirá.


Nat King Cole - Quizás, Quizás, Quizás
Aunque ya la conocía, apareció de nuevo pegada a una película de las que también me han dejado huella. Deseando Amar es una de esas joyas lentas y eternas de Wong Kar Wai. Esta canción, cantada por Nat King Cole en la versión más clásica, está compuesta por Osvaldo Farres en 1947. De este mismo autor son otros famosos boleros, pero quizás este es el más deprimente de todos. Duda en estado puro por amor quizás no correspondido.


Steve Miller - Winter time
Cancioncilla tonta de 1997, pero triste y por eso merece la pena estar aquí. Parece que dan ganas de escucharla detrás de los cristales mientras llueve. No trata de nada en especifico, quizás esa sea su magia. Uno puede ponerle el trasfondo que quiera mientras mira el agua caer.


The Who - Behind Blue Eyes
Canción rabiosa del 71, como casi todas las de The Who. No se porqué me dan ganas de apedrear escaparates o pisar el acelerador. Esta además merece la pena estar en la lista por retratar muy bien la soledad. Es tan dificil que te entiendan cuando lo pasas mal, como que no te envidien cuando estas contento.


Jimmy Scott - Sometimes I Feel Like A Motherless Child
Buscando la canción de Van Morrison que siempre escuché en el Poetic Champions Compose, he descubierto que en realidad esta canción se trata de un clásico de los espirituales negros. No he podido dar con la versión que quería, pero a cambio he encontrado esta maravilla. Mucho más lenta y reposada, se escucha algo bajito ... pero igualmente o incluso más desoladora. Al parecer tiene su origen en los tiempos de la esclavitud en los que era frecuente que los hijos fuesen separados de sus padres.
La historia de Jimmy Scott no tiene tampoco desperdicio. Pierde a su madre en accidente de tráfico a los 13 años y sufre una rara enfermedad que detuvo su crecimiento y le hace conservar la misma voz de su niñez.


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