martes, 23 de mayo de 2006

Alicante

Hoy primer día con jetlag y moral por los suelos. Tranquilo que siempre es así, luego se pasa.

Poco a poco estos días iré pasando a limpio mis notas sobre los últimos días en Argentina. Ya se publicarán. Estad atentos, si es que hay alguien mirando.

_peintinblaq_

sábado, 20 de mayo de 2006

Vuelta a casa

Ya vuelvo. Por fin. Todo ha entrado en las maletas. He salido sin problemas. Me han devuelto los impuestos. He dormido algo en el avión. Mis padres y mi hermano están en Madrid y los veré mañana.

Todo va bien. Todo menos Alicante. No me seduce la idea de más de lo mismo. Tampoco lo de vivir entre aviones y hoteles. Y también está lo de sudáfrica. Fijate que casi me apetece mas.

_guilifog_

miércoles, 17 de mayo de 2006

De la selva al desierto

Eran menos de las 9 de la mañana, ya había hecho alguna foto del amanecer sobre la plaza mayor, desayunado y ya estaba pidiendo mi coche para las dos jornadas que quedaban.

El viaje a Cafayate era el más duro de los que me quedaban, 300 km todo por carreteras tipo nacional y sin copiloto, pero me encontraba muy descansado y con ganas de ver que se iba escondiendo detrás de cada recodo del camino. Desde Salta hubiesen sido los mismos kilometros que desde Tucumán, pero el devolver el coche en Tucumán multiplicaba el precio del alquiler por dos. Así que me perdí el tramo Salta-Cafayate, a la altura de Humahuaca según había oído.

De Tucumán se sale por el sur para ir a Cafayate. En todas las ciudades que conozco, el sur es lo más pobre y Tucumán no es la excepción. La autopista que me llevaba a Tafí del Valle (mi primera parada) era de lo más curiosa: un par de carros en el arcén, gente cruzando a pié, mulas pastando en la mediana, coches cambiado de sentido al mismo nivel que el tráfico. Todo muy pintoresco.
Salí de los límites de la ciudad y empezó el campo y apareció el carte de fin de 'multitrocha'. Quise interpretar que entrabamos en la 'monotrocha'. Así fué y entramos en el Tucumán más rural. En cuanto enfilé la carretera de Tafí unos kilometros después, lo primero que me llamó la atención fue como la vegetación se apoderaba de todo. Mucho más de lo que se ve en Asturias. Incluso los cables de la luz está colonizados por unas hierbas equilibristras. Kilometros y kilometros de limoneros y detrás las primeras curvas del comienzo de un puerto de 2000 metros.

La vegetación y las curvas se fueron cerrando al unísono. Muy pocos coches y alguno que otro camión que no costaba adelantar en estas pendientes tan pronunciadas. A medio puerto, esperaba 'El Indio'. Otro indio, menos realista, aunque en actitud muy parecida al de Humahuaca, y como allí a su alrededor una docena de puestecillos de artesanias varias, florecian al calor de los turistas y viajeros.

Continué camino y puerto hasta que unos kilometros después y en un abrir y cerrar de ojos el verde se transformo en pardo, la cuesta en llano y entra en el valle del dique La Angostura. El primer pueblo al pasar, El Mollar, está un poco fuera de ruta pero tiene un tesoro que merece la pena pasar a ver. Al lado de la plaza principal se puede ver un bosque de menhires recogidos por toda la comarca. Las piezas de entre 1 y 3 metros de alto estaban muy desgastadas y sólo en algunas se apreciaba la talla original. Una cara, las orejas de un animal y alguno que otro en los que estaba más que sugerida la forma fálica. Lamentablemente perdida su ubicación original, se ha perdido mucho de su significado. El poco cuidado de los alrededores del parque también hace que se pierda gran parte de la magia.

Seguí mi camino hasta Tafí del Valle, algo más grande y en plan residencial. Muchos tucumanos tienen su segunda casa allí. El 'yacht club' no es Puerto Banús, pero algo es algo.

Me dí un largo paseo por el pueblo, medio en obras y acerté a pasar por 'el Félix' donde me atreví de nuevo con la comida regional. Tamales, humitas, empanadas. No pude con el locro. Los tamales no me terminan de convencer, demasiada grasa y casqueria entre el maíz. Pero al igual que las humitas, lo más llamativo su presentación. Van envueltas en hojas de maiz.

Descansé un ratito en la plaza, tanto choclo (maíz) llena demasiado. Me quedaban más de 100 km hasta Cafayate. En medio el resto del puerto, Amaicha del Valle y el museo de la Pachamama y Quilmes.

El recorrido era de pelicula del oeste. Secarral. Cortadas. Cardones. Esperas que salga Clint detrás de un cactus en cualquier momento. En medio del camino y en el punto más alto del puerto está el observatorio astronómico de Ampimpa. Primero pase de largo, pero di la vuelta y subi me metí por el caminito de tierra que subia al observatorio con la intención de cambiar todos mis planes y hacer noche allí. Había leido que se podia quedar uno a dormir y ver las estrellas en aquel sitio privilegiado. El telescopio no era muy grande, pero daba igual, la vista tenia que ser alucinante. Lamentablemente no había sitio para quedarse, todas las cabañas estaban ocupadas por una excursión de un colegio (malditos) y me fui realmente abatido, una de las cosas realmente únicas que me he perdido de este viaje.

Continué mi camino maldiciendo.

Llegué a Amaicha del Valle y paré en su museo de la Pachamama. Era el único visitante y el guía que me recibió (de rasgos indigenas) me enseño todo el museo con una paciencia y dedicación que me asombraron. Supongo que también le asombró a el todas mis preguntas sobre el sitio y la cultura indigena. El museo es creación de un artista autodidacta local, el Sr. Cruz, así me lo describió el guía. Todo en el museo está diseñado por el, estructuras y adornos. Muchas de las obras que se exiben son de él o de su taller, casi todas de temática indigena, para mi muy repetitivas pero de cierta calidad. Me pregunto de donde han salido todos estos fondos, la verdad es que para estar perdido en medio de la nada es un lugar cuidado y que cuida de la herencia de los primeros habitantes de esta tierra. Eso si, a la puerta una tienda de museo desproporcionada con respecto al resto de instalaciones.

Aún temprano, pero casi sin luz ya que el sol se ponía detrás de las montañas, continué hacia Quilmes. Las ruinas del pueblo Quilmes. Durante la conquista, se trasladó por su rebeldía a todos los habitantes de este pueblo a la actual Quilmes al lado de Buenos Aires capital. En el camino a pié murieron casi todos ellos, y de los pocos que llegaron se dice que murieron sin descendencia. Nada de lo que estar orgulloso, aunque parte de la historia real se convirtiese en leyenda que quizás ampare hoy hechos no tan ciertos o verificables. Brindemos con una Quilmes por ello, que es casi como si hubiese una cerveza 'Numancia' en España.

Casi no me dió tiempo a nada, el pueblo está al pié de la montaña y ya en sombra. No queda nada, el trazado de calles y casas, y cardones por todos lados claro. Queda menos que de Medina Azahara.

Seguí hasta Cafayate del tirón y con las ultimísimas luces deje el coche y mis cosas en el hotel (una casa de una planta reconvertida en hosteria) y me fui a la plaza mayor a disfrutar de un paseo y del atardecer. Cafayate es un pueblo pequeño, pero algo mas grande que los que vi hace unos días por el norte. La influencia de Salta es evidente y la prosperidad de los viñedos se deja notar en la plaza y la catedral.


Me acosté y me dormí en un santiamén.

_sinverlasestrellas_

martes, 16 de mayo de 2006

Omnibus de Salta a Tucumán (via Durban)

Amanecí cansado pero sin dolor de cabeza, las cervezas que acompañaron a la cena de ayer no pasaron factura. De todas maneras cambié la hora del despertador varias veces sin valor para levantarme.

Recogí todo como pude, desayune, lave mi taza (según pedian en un cartelito en el hostel) y me fui. Para estar mas tranquilo por las maletas metí el coche en una 'playa' y me puse a pasear por Salta esta vez de día.

Salta es un lugar con cierta magia como me decian Mikel y Dani. Es muy vivible, buena temperatura, jardines, comercios, la catedral por ejemplo ya la quisieran para ellos los madrileños. Me fui al teleferico pero por desgracia estaban de mantenimiento, así que alargué mi paseo con una visita al museo antropológico, postal para Javi y señora, cola y pepito en la plaza. Una mañana relajadita, si no fuera porque sonó el móvil y mi jefe se descolgó con la oferta de 4 meses en Sudafrica (Durban). Le dije que no de mano, pero ya estuve todo el día pensativo.

Devolví el coche y me fui a la estación de 'omnibus'. Me esperaba mi transporte a Tucumán. Tanto Mikel como el vigilante de la 'playa' de esta mañana me habían advertido de lo peligroso de Tucumán. Feli en cambio me dice que lo unico peligroso de Tucumán es ella, y que es una santa. Tendré que creerla.

El autobús era de dos pisos. Comodos asientos. Espacio de sobra para las piernas. Comida en turista. Baños espaciosos y disponibles. Aprende Cosmen. El viaje se me fue pensando en Sudáfrica y me perdí el paisaje, lo poco que observé fue la llanura verde y en el horizonte las montañas, oscuras, como llenas de vegetación. Así, perdido en mis cosas, con la música, las películas y un sueñecito de vez en cuando llegamos a Tucumán.

Me subí en un taxi en menos de 10 minutos estabamos en el hotel Mediterraneo, 80$ la noche, es decir, 20 euros. Más que de 3 estrellas parecía de 2,5 pero la verdad es que por estos precios esta fenomeno ya que estaba situado a 50 metros de la catedral y la plaza mayor.

Salí corriendo del hotel para aprobechar los últimos mínutos de luz y para nada me pareció una ciudad peligrosa. Todo depende del barrio, como en todas partes. La iluminación nocturna de los edificios es una maravilla, realmente consigue realzarlos y darles un toque especial. La calle peatonal, Muñecas, llena de comercios y con más vida aún que Salta. Supongo que tendrá los inconvenientes de la gran ciudad, por eso los salteños la ven con cierta envidia.

Intenté probar las empanadas 'Campeonas' pero del lugar (al lado del hotel) ya sólo queda el nombre y terminé en una pizzeria en la plaza. Parecia recién abierta, enorme llena de niños haciendo ruido, sólo quería cenar y acostarme, mañana iba a ser un día duro. Y allí cené, mas acompañado y sólo que nunca en este viaje.

_alonindedarc_

lunes, 15 de mayo de 2006

Las salinas

Amaneció con ese frío polar que ya se me estaba haciendo muy familiar. No me atrevia a sacar la patita por debajo de las mantas. Armandome de valor me levanté y encendí una estufa de infrarojos desvencijada que había en la habitación y salté de nuevo a la cama. Una vez templado el ambiente me duche como pude, desayuné y fuí a ponerle 'nafta' al 'carro'.

A las 8 en punto estaba ya en la estación esperando a Rosa y su niño (mira tu por donde se llamaba Franco, que cosas). Había quedado con ella para bajarla hasta Tilcara o Purmamarca. La verdad me apetecia algo de compañia o los 200 o 300 km se iban a hacer insoportables y fue un acierto. Charlamos de todo. Desde si era fácil o no irse a España a trabajar (tema inevitable) hasta todo lo relacionado con estas tierras que ella conoce tan bien. Me contó que ir a por leña eran como mínimo 4 o 5 horas. Me explicó los secretos de todos esas casitas y altares que se ven por la ruta. Esta el 'Gauchito Gil' con banderas rojas. La 'Difunta Correa' con cruces. La 'Pacha Mama' en forma de montoncitos de piedra. Demasiado largo de contar aquí.

También me contó sobre el uno de noviembre. Y como hay que honrar a las almas nuevas (difuntos con menos de 3 años) y a las viejas. Del luto. De como se preparan kilos y kilos de pan para repartir ese día entre los muertos y los vivos. La parte de los muertos tiene que ser enterrada, justo donde se enterro el año pasado. La de los vivos se regala a cualquiera que venga por casa a compartir el dolor por los que ya no están.

Así, hablando, llegamos casi a la altura de Purmamarca. Yo quería ir a las Salinas y le conte mi plan y que si le venia bien que los dejase allí. Para mi sorpresa, me preguntó si podía venir conmigo y como no seguimos ruta hacia las salinas. No sin primero detenernos en el pueblo a comprar algo de beber y comer y algún regalito que otro (una ruana, un chal y una bufanda de lana). Ella me advirtió que en Bolivia todo eso estaba mucho más barato, la verdad yo ni lo vi al cruzar ayer. Ya lo sabeis para la próxima.

Menudo infierno de puerto. Mil metros de desnivel en interminables curvas. Menos mal que el firme estaba excelente y las vistas compensaban todo. Cortadas, cañones, montes de todos los colores. Coronamos el puerto y la recompensa fue aún mayor, a lo lejos una mancha blanca delataba la presencia de las salinas. La extensión que se adivinaba era impresionante. Todo a lo grande.

La bajada más tranquila, sin tantas curvas. En un ratito estabamos con los pies sobre la sal. Daba miedo mirar a lo lejos. No se decir cuando podía medir aquello. Nunca he visto nada así ... tan llano .. tan lejos el horizonte ... tan blanco y tan morfifero. Nada crece allí. El sol cae, rebota en el suelo y te achicharra por todas partes. A lo lejos, el aire hirviendo en el suelo hacia imaginar agua en el horizonte.

La salinas estaban cruzadas por una linea negra de asfalto, nos adentramos en ellas y llegamos a unas construcciones (por supuesto de sal) donde estaban los trabajadores de las salinas. No puedo imaginar trabajo más duro. Embozados hasta las cejas ... con sobreros de ala ancha. Sólo se les podía ver los dientes medio podres y los ojillos detrás del pasamontañas. Tallaban y vendía figuritas de sal y otras artesanias, las tenían expuestas al lado de las 'piletas', unos rectangulos de 1x2 metros donde se 'cultivaba' la sal.

Escondidos del sol y de sus reflejos en la sal, nos comimos el bocadillo con agua y nada más. Nunca me supo tan rica el agua. Tenía los labios cuarteados y la sola visión de la sal parecía que daba aún mas sed.

Nos dimos la vuelta y el retorno se hizo aún mas corto. Seguí conduciendo dejando atrás la quebrada y todos sus colores. Sin duda una de las maravillas de la naturaleza, justamente nombrada patrimonio de la humanidad.

En un periquete llegamos a 'Perico' la ciudad de Rosa, la dejé en la puerta de su casa. A penas me apartaba un par de kilómetros de la ruta. Me despedí, cambiamos correos y ya notando el cansancio puse rumbo a Salta. El camino era casi todo de autopista y en menos de una hora ya estaba en el 'Backpackers' de Salta pidiendo mi habitación.

Salta es más grande que Jujuy. Las calles peatonales (como no una se llama Florida) estaban llenas de gente incluso a esa hora (ya oscurecido). En la recepción, Mauro, me comentó que esa noche estaba en marcha una cena en el hostal, al parecer el cocinero es un catalán. No supo decirme que iba a preparar, pero no me lo pense dos veces. No iba a meterme en la habitación a dormir.

Subí a la terraza y allí encontre a Mikel (vasco) y Dani (el cocinero). Dani era cocinero en un buen restaurante de Barcelona, pero lo dejo para recorrer el mundo y ahora trabajaba aqui ahorrando para dar el salto a Australia. Con Mikel pasaba algo parecido, vino una vez a Salta y le gusto tanto que se quedó. Como no, terminamos hablando del estatut ese. En mi descargo diré que yo no saqué el tema, pero claro, me picaron.

Al final terminé por comerme la fideua (o como se escriba) que preparó Dani en compañia de la única solitaria como yo que habia esa noche. Una argentina medio estadounidense que medión un poco de conversación esa noche, y nada más, palabra. Tenía que haberle preguntado si quería también desayunar.

_lasaldelatierra_

Camino de la puna

A las 7 ya clareaba, a las 7:30 estaba en pié. Sin güevos para ducharme. Menudo frio y la calefacción del baño sin encender. La puse a todo trapo. Me abrigué y salí camara en ristre dispuesto a sacar unas fotos con la luz de la mañana. No habian puesto las calles aún, bueno, es que aquí son así. El pueblo se desperezaba, los primeros tenderetes de la plaza empezaban a verse y yo ya volvia con dos o tres fotos para la saca.

Me duche. Recogí todo. Desayuné. Pagué. Y me puse en carretera. Me esperaba un día realmente largo de coche. El plan era, primero Maimará, luego Tilcara, seguir para Humahuaca y terminar el día en La Quiaca, frontera con Bolivia.

La parada en Tilcara es obligada. Maimará me lo salte, la Paleta del Pintor a esa hora estaba pero que muy gris. Sólo destacar que a la salida del pueblo, un cartel en plan joligud que dice 'Visite Maimará', seria algo normal de no ser porque colgaba justo unos metros mas arriba de los nichos del cementerio.

En Tilcara, a parte de pasear el pueblo en sí, lo mas destacado es el Pucará o restos de la fortaleza indigena que tiene. Un poco antes de llegar dejé el 'carro' y el ultimo kilometro y pico me lo hice a pié. No hay mucho que ver allí, es poco lo que quedó y lo que hay esta recontruido. La vista sobre la quebrada eso si es magnifica, a parte del 'bosque' de cactus que crece entre las piedras de lo que fué el Pucará.

Continué para Humahuaca donde llegué a las 12 con la intención de hacer una parada más larga. Dejé el coche a pocas cuadras de la plaza y nada mas bajar ya me estaban vendiendo cosas. Lo primero un peso pro asociación deportiva humagüaqueña, se lo di sin más. El mercadillo me pareció más pequeño que el de Purmamarca, eso sí le compré a una chica unas pulseras que hacia ella misma. Baratas y hermosas.

Lo mas destacado de Humahuaca, la iglesia y el Indio. Una estatua de considerables dimensiones para ese pueblo. Dedicada a la independecia de los malvados españoles.

Sin comer mas que un alfajor y beberme una gaseosa, continué mi camino hacia La Quiaca. Sobre 150 km de carretera me esperaban. Agotador. Menos mal lo de mis CD y las llamas que salian al paso. Hicieron todo más entretenido.

No paré más que un par de veces, a un pis y una foto. Este coche tiene un aviso de los inyectores que se enciende de vez en cuando al arrancar, da miedo que te pueda dejar tirado en estas llanuras. Pasa un coche cada media hora como mucho. Mas adelante me econtré a un tipo con su jeep parado y el capó abierto, no pude dejar de preguntar que le pasaba y me pidio agua para el radiador. Tenia litro y medio, le di la de litro y seguí la ruta.

Mas llamas.

Un par de autoestopistas con un niño pequeño.

Frenazo un km mas adelante. Me dió noseque dejarlas al sol. Di la vuelta y les pregunté para donde iban: 'La Quiaca' dijeron. Y las subí. Estabamos a 20 o 30 km, no quedaba mucho y fueron dandome algo de conversación. Pastoras de llamas. Las dos. Las dos de menos de 30. Las dos con hijos. Como son las cosas por aquí. Me enteré de que es epoca de matanza y por eso vienen a ayudar, ahora están mas gorditas después del invierno. Que crian una vez al año. Todo lo que siempre quise saber de las llamas y nunca me atreví a preguntar. Una de ellas sólo vino a pasar el fin de semana con sus padres, vive en un pueblo pasado Jujuy. Me parece que mañana ya tengo por lo menos quien me de codazos si me duermo conduciendo. Ella y su bebé claro. Las bajaré hasta Tilcara, luego siguen a su aire. O en eso quedamos, ya veremos mañana.

La deje a las dos y me indicaron donde estaba Munay, el hostal donde dormiré por 40 pesos esta noche. Baño interior a la habitación, y una ducha muy rara, directamente sobre el suelo al lado del vater. Sin plato. Sólo un sumidero.

Como quedaba luz me puse camino a la frontera para por lo menos decir que pise Bolivia. El cabrón del policia de frontera boliviano no me quiso poner un sello, 'El sello no es un suvenir señor', sono su bozarrón debajo de su bigote apestoso. En ese momento sonries y te retiras recordando el expreso de media noche. Cruce sin problemas, al otro lado Villazón, el típico pueblo fronterizo. Plagado de puestecillos. No pasé ni tres horas. Si La Quiaca es lo mas pobre de argentina que he visto, Bolivia tira de espaldas. El rio que hace frontera lleno de basura. La gente sucia. Las casas callendo. Todo de colores en el mercado. Olor a hoja de coca, que ya se como sabe y huele. La venden a granel, desde grandes sacos blancos. Pantalomes. Electronica. Zapatos. Mantas. Mas ropa. Algo de comida.

Paré en una casa de cambios y cambie 30 pesos argentinos por unos 100 bolivares, ni miré lo que me daban. Al final me los gaste en un helado (que valor el mio) de un puestecillo callejero en una plaza. Una niña de 10 años lo vendía. Aquí las cosas son asi. Le hice una foto y le di 5 bolivares. Me pedía uno. La placita no estaba mal. Tranquila. Soleada. Limpia. Gente con trajes típicos, eso si, muchos con el transistor pegado a la oreja. Tan lejos, tan cerca. Salí corriendo de alli después hacer unas fotos y de gastarme los bolivares en llamadas a España, no me convenció nada del mercado.

Volvi a cruzar sin problemas. Colandome de todos. Le pregunté a un guardia y no se como me arreglé que me dijo que pasase sin más. Cuando ya casi salia, otro me para y me pide ver la mochila. Glup. La gente en la cola supongo que estaba por aplaudir, pero enseñe la mochila vacia y seguí sin mirar atrás notando miradas apuñaladoras en el cogote.

Ahora, ya de noche. No me atreví a comer en el chupacabras local, Jose Luis no sé como te atreviste. Así que me pedí un mixto en un bar y estoy escriento esto ahora en el ciber, que por cierto siempre hay uno hasta en el fin del mundo.

Voy para la camita.

_elllanerosolitario_

domingo, 14 de mayo de 2006

7 colores

Por fin el viernes terminó el calvario ROMO. Han sido dos meses duros, pero el resultado es de calidad. Creo que no vendo la piel del oso antes de cazarlo, puede que falte pulirlo. Pero en fin, hasta microsoft saca parches 6 meses después ¿no?

Para celebrarlo esta mañana he salido para Jujuy. Cansadisimo, porque para celebrarlo también salí el viernes por la noche y dormi poquisimo. Ya tenía la maleta medio hecha de ayer, pero se me ha quedado fuera alguna cosa. Solo me he dado cuenta hoy al intentar limpiarme los dientes. Bueno, lo de afeitarme no pensaba, pero ahora es que no seguro.

Aterricé en Jujuy interneisional airpor a las 2 de la tarde, una media hora de retraso. Allí me esperaba diligente Carlos para hacerme entrega el 'Chevrolet' Corsa del que estoy disfrutando estos dias. Me encomendé a todos los santos y me puse en carretera, no fue tan dificil ... sin señales, sin incorporaciones, sin carril lento en las subidas, ... sin todo eso que dificulta la conducción. Había pasado un par de dias grabando unos CDs para el coche (me juraron que tenia CD y aire y así fue) y vine disfrutando de ese rocanrol de carretera que gusta oir cuando conduces.

La subida por la quebrada de Humahuaca es impresionante ... la altura ... y el dolor de cabeza en aumento. No habia bebido nada, palabra, pero al parecer lo mejor para estas alturas es la aspirina o mascar hojas de coca. Por lo que he probado cualquiera de las dos sirve.

Sin disgusto llegué a Purmamarca, donde pensaba pasar la noche. Tonto de mi, y como parecia que el albergue de Bebo Valdes (recomendado por Jeza) estaba cerrado, me pare en el primero. El pueblo no tenia pinta de tener muchos, pero era todo lo contrario. Terminé pagando 90 pesos en La Posada o algo así. Al menos la habitación era de impresión. Luego me entere que podia tener algo parecido por 75 e incluso por 40, que pa dormir era de sobra.

Como me quedaba luz, le di una vuelta al cerro de los 7 colores. Que si, los tiene, aunque manda el rojo. En menos de 1 hora ya le has dado la vuelta. Los cactus, las formas caprichosas que le da el agua, los colores del atardecer, un lujo para la vista. Y para el oido. Que silencio.

Acerte a volver para con la última luz ver el mercadillo de la plaza y merendar en otro de los hostales de la plaza, justo al lado de Bebo. Charle con el encargado (a 75 allí la habitación) y le deje caer que si se enteraba de alguien que subiese a la Quiaca mañana, pues que me informase. Me empeza a aburrir de tanto autismo. En el mercadillo un jersey sin dibujo de lana de llama, 30 pesos. Póngame media docena!

Aún eran las 7 u 8, pero estaba agotado y me decidí a buscar donde cenar. Terminé en un local de 10 mesas o asi, todas vacias, atendido por una abuelita que no sólo me dió bien de cenar, sino que se puso a charlar conmigo y me conto sobre la comarca. Me vino muy bien para planear la siguiente jornada, para saber que en el colmado de la esquina venden hoja de coca, para enterme de que la semana pasada se casó una americana (de EEUU) con uno de por allí. Fue sonado el bodorrio me conto. En cuanto a la comida, me atreví con el sabor local de las 'Humitas', una mezcla de harina de maíz y queso, envuelta en hoja de maiz. Rica. Predomina el sabor a maíz de todas maneras. De primero, Locro, es un guiso de aquí. Como los nuestros, pero con maíz (si tambien maíz), chorizo español que llaman ellos, carne, ... No estaba malo y tal y como estaba la noche de fria me sento genial. De postre, no recuerdo como lo llaman allí pero cabello de angel con nueces.

Nada mas que contar ... a la camita a las 9. Agotado.

jueves, 11 de mayo de 2006

Música para conducir

Este fin de semana empieza mi periplo por el norte argentino. Jujui, Salta, Tucumán. Ya os iré contando.

Tengo pensado alquilar un coche y como me asegura que tiene CD, pues estoy pensando en grabar un par de ellos para conducir. Si tuvieseis que grabar uno o si lo habeis hecho ¿cuál serian las 10 canciones que nunca podrían quedar fuera?

_jedoutondejaiguei_

Semana gastronómica

Bueno,

es miercoles ya y estoy solito. El sábado volvió Diego y ahora debe de estar despegando el avión de Luis.

Esta semana, a falta de dedicarla al sexo salvaje, la hemos dedicado a la gastronomia. Todos empeñados en despedirse de esos tres o cuatro restaurantes favoritos que hemos disfrutado durante estas semanas.

  • El jueves, cena en la Lilas con Tere y Caro.
  • El vienes, comida en el la Parolaccia.
  • El sábado, comida en Piegari con Alfredo y cena en Oviedo.
  • El domingo, cenando lentejas (eso yo solito que estaba invitado por mis parientes).
  • El lunes, ya sin Diego, comida en el Sushi Club y cena en Oviedo (esta cena en compañia algo mas barbada que la del sábado).
  • El martes, comida en La Petanque y cena en el Abril.
  • El miercoles, redespedida a la hora de la comida en la Parolaccia, con mesa mirando al puerto. Inmejorable. Menuda lasaña.

Uff. He tenido que aflojar un paso del cinturón. Menudo estrés. :)

_fartabruto_

jueves, 4 de mayo de 2006

Alta tensión

Si amigos, alta tensión ... laboral. Pero ya va acabando todo. Diego se va este fin de semana, y la que viene quedan puras pruebas y sinceramente creo que lo que pueda salir ha de ser fácil de solucionar y podemos estar contentos con nuestro trabajo. Parece que he 'defraudado' a algunos. Si es así bendito sea, porque esta entrega es de lo mejorcito que se ha fabricado para este ya largo proyecto compuesto en un 90% de conchiolina. Que curioso que este nombre este tan cerca de expresiones como "conchudo" o "la concha tu madre".

Palabras por lo demás muy feas aquí. Chicos no useis estas palabras en casa.

_menosmalquenosquedaportugalantetodomuchacalmacapeareltemporal_

Tango a cuatro

Si, finalmente amigos engañe a Tere, Caro y Diego para que viniesen a clases de tango. Y dieron la talla ... con la bebida. Jejeje. Nada mas entrar lo primero que dijeron es que donde estaba en esa fiesta la cerveza. Animalitos.

Fuera de bromas, la verdad es que se portaron muy bien y creo que memorizaron el paso básico. ¿Verdad?

Luego nos quedamos tambien a la milonga, allí Tere y yo si que seguimos intentándolo. Los otros se rindieron.

Mil gracias por venir conmigo. Me da que lo pasasteis bien.

_partianimal_